viernes, 19 de noviembre de 2010


Eres una jodida droga. Mi droga. Estoy enganchada a ti y jamás tengo suficiente. Quiero más, y más y más. Rozar la línea de la sobredosis, esnifar tu olor con fuerza, y que se me quede guardado en mi memoria para cuando me entre el mono de ti. Pincharme cada una de tus palabras en mis venas. Alarmantemente una yonki de tu voz cada vez que me dices en voz baja que me quieres que hace que me vaya a dormir con una doble sonrisa. Para algunos, lo más desesperante es no querer desintoxicarme, si no querer morir contigo.


 

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